- La meta del Plan de Desarrollo es llegar a 500.000 cupos en 2022, lo que equivale a cuadruplicar el número de cupos existentes al inicio de este gobierno.
Bogotá. D.C, agosto 1 de 2019. Avanzando en la meta del Plan de Desarrollo de llegar en 2022 a 500.000 participantes recibiendo incentivos para continuar y culminar sus estudios superiores, llega hoy a sus siete años, Jóvenes en Acción de Prosperidad Social, programa reconocido como pionero en el apoyo de formación superior en toda Latinoamérica
“Celebramos esta fecha destacando que estamos apoyando a jóvenes vulnerables de 119 municipios de todos los departamentos. A la fecha, se han entregado más de 1,3 billones de pesos en incentivos a los jóvenes para apoyar su formación en el SENA e Instituciones de Educación Superior Publicas en convenio con Prosperidad Social”, explicó la directora de la entidad, Susana Correa Borrero, quien recalcó la importancia de la articulación institucional para atender a los estudiantes a través de convenios con ICBF, SENA y Ministerio de Educación Nacional con el programa Generación E.
En total se han atendido más de 512.000 jóvenes, de los cuales 337.022 ya culminaron la intervención en el programa. Así mismo, a la fecha se han suscrito 65 convenios con Instituciones de Educación Superior Publicas para la formación de los jóvenes; más de 157.000 están fortaleciendo sus habilidades para la vida a través de talleres presenciales y más de 63.000 se han beneficiado con cursos virtuales en alianza con el SENA, incidiendo positivamente en su proyecto de vida e inserción laboral.
La más reciente evaluación de impacto del programa destaca resultados positivos, entre ellos, el incremento de 12 puntos porcentuales en la probabilidad de que un joven beneficiario en formación en el SENA acceda y se certifique, así como la disminución en casi un 40% en la probabilidad de la deserción de los jóvenes formados en Instituciones de Educación Superior Publicas.
Jóvenes en Acción es un programa de transferencias monetarias condicionadas que entrega un incentivo económico periódico a estudiantes de programas técnicos, tecnológicos y profesionales. A través de este, se busca reducir la brecha que hay para acceder a la educación superior y contar con un apoyo económico para los gastos complementarios que implica la vida académica.
