- Las obras benefician a 617 municipios de 31 departamentos
- Adicionalmente, y en línea con el Plan Nacional de Desarrollo, la entidad participa con 325 mil mejoramientos en Casa Digna, Vida Digna, programa interinstitucional que busca reducir el déficit de vivienda y promover la legalidad y equidad en el territorio nacional.
Bogotá. D.C., junio 7 de 2019. El Departamento para la Prosperidad Social ejecuta en este 2019 más de 1.010 proyectos de infraestructura con una inversión de $1.7 billones, con el fin de beneficiar a las comunidades más vulnerables del país.
La directora general de la entidad, Susana Correa Borrero, manifestó que estos proyectos, que benefician a 617 municipios de 31 departamentos, están encaminados a generar entornos saludables, seguros y dignos, con obras como vías urbanas, espacios públicos, espacios comunitarios, infraestructura productiva, mejoramientos de vivienda y soluciones para agua potable y saneamiento básico.
Este 2019 se asignaron también las interventorías de 543 obras que estaban pendientes desde 2016 y 2017. El valor de las interventorías que se adelantan en 29 departamentos asciende a los $88.000 millones. Este proceso corresponde a 373 obras, entre ellas escenarios deportivos, proyectos sociales y comunitarios, transporte y vías y 170 a proyectos de mejoramientos de vivienda.
Así mismo, en el marco del Plan Nacional de Desarrollo, que tiene entre sus metas reducir la pobreza y pobreza extrema, se están adelantando acciones orientadas a mejorar la calidad de las viviendas de los colombianos. Esto se logrará a través del incremento de los recursos y la articulación entre Prosperidad Social, el Ministerio de Vivienda y el Ministerio de Agricultura para reducir el déficit cualitativo de vivienda con Casa Digna Vida Digna. De 600 mil intervenciones en vivienda proyectadas, la entidad ejecutará 325.000 con una inversión de $2.5 billones.
El objetivo de este programa es optimizar las condiciones de habitabilidad rural y contribuir a la mitigación del déficit habitacional en lo rural y urbano.
El impacto de estas obras está estimado en 23 mil beneficiarios de manera directa, con la construcción de vías que contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida y la movilidad de las familias directamente beneficiadas, convirtiéndose en un principal instrumento de desarrollo y crecimiento económico de las comunidades.
El programa les da prioridad a las familias más vulnerables como víctimas, hogares Unidos, población puntaje Sisbén III, hogares con miembros en condición de discapacidad, hogares con madres comunitarias del ICBF, primera infancia y población indígena y afrodescendiente.
Estas obras se ejecutan en alianza con gobernaciones, municipios, comunidades étnicas y resguardos indígenas. Adicionalmente, se cuenta con operadores especializados como FONADE y UNOPS, los cuales acompañan a la entidad en procesos de estudios, diseños, contratación e interventoría.